¿Mi trabajo es mi vocación?

Cuando uno ingresa a estudiar, creo que siempre los que nos enseñan nos muestran un mundo de bilz y pap, donde todo será perfecto y las cosas siempre resultarán como nos las esperamos, en lo que se refiere a trabajar con personas, no precisamente a los aspectos técnicos que pueda tener una profesión, ya que siempre un proceso que involucre máquinas contendrá variables que podremos manejar y por tanto controlar, pero no así con personas. El otro día conversaba por ahí sobre lo pobre que es la educación en algunos sectores y con la problemática a la que se enfrentan algunos profesores, y ver cómo ellos se frustran y a la vez se cierran en sus métodos de enseñanza. Me decían que hay una generación de profesores que estudió pedagogía porque era lo más barato y lo más fácil, en cuanto a requisitos en esos tiempos con la recordada PAA, ya que el puntaje de ingreso no era mucho.

Recuerdo en una ocasión, si no me equivoco, yo estaba en cuarto medio del Liceo Comercial, cuando hubo un paro de profesores a nivel nacional; de vuelta de esas "vacaciones", un compañero le consultó algo a una profesora sobre los motivos de la huelga, y ella obviamente le dijo que era para mejorar las condiciones de trabajo, mejores sueldos, en fin, varias razones más. No recuerdo exactamente que fue lo que gatilló un comentario de esta profesora, que le dijo a mi compañero que teníamos que entender, particularmente en el caso de nosotros, estudiantes de un liceo comercial, que dentro del profesorado había contadores frustrados, secretarias frustradas, administrativos frustrados, etc., la respuesta de mi compañero fue que ella, entonces, era una profesional frustrada; todos nos miramos y algunos lanzaron una pequeña risita, mientras otros susurraban el típico "ohhhh". La profesora no le contestó, de hecho, también lanzó una pequeña risita.
No es mi objetivo en este texto hablar en particular de los profesores, recordé ese episodio de mi vida como liceana y la conversación que tuve hace unos días para hablar de algo que involucra a la mayoría de las personas que en estos momentos cuentan con algún trabajo.

Pienso que no es necesario un estudio muy detallado para saber o darnos cuenta de que en estos momentos, un gran porcentaje de la población que labora no está conforme con su trabajo.

Son muchas las generaciones de profesionales que egresan de las universidades e institutos con su título bajo el brazo y que no ejercen el puesto de trabajo para lo cual gastaron horas y horas de estudio, y aquellas personas que logran laborar en lo que desean, no están conformes con ello. Retomando a los profesores como ejemplo y lo primero que escribí, me decían que en las universidades, los estudiantes de pedagogía la mayor parte del tiempo reforzaban lo que era contenidos, pero pocas veces se veía el cómo afrontar una clase o como entregar dichos contenidos, ya que prácticamente les decían que apenas entraran a una sala, todos los alumnos estarían atentos a cada palabra que ellos dijeran en sus clases.

Ingeniería Civil Industrial se podría tomar como una carrera muy técnica. Cada vez que me preguntan en qué consiste ser un civil industrial, yo les digo que es la mezcla perfecta entre un ingeniero civil civil y uno comercial; ahora, más detalladamente, los civiles industriales en el fondo son gestores de procesos y de recursos, de todo tipo, recursos financieros, económicos, productivos y sobre todo humanos, gestores en el sentido de manejar tales recursos para sacar el mejor provecho de ellos, de una manera eficaz y eficiente. Tenía yo un ramo en particular, Gestión de Personal, cuya premisa se podría decir, era diseñar puestos de trabajo para cada persona en particular. Obviamente, la realidad no es así, ya que es una utopía tener una persona, ver cómo es, cómo se desempeña, y a partir de ahí, diseñar sus tareas y puesto de trabajo. El mundo de bilz y pap también nos lo presentaban a nosotros, porque nos decían que una persona llegaba a la empresa, y esta expondría sus ideas, sería escuchado y se vería en ellas esa noción de cambio para bien y progresar. Nunca fue, o sea, no es bueno generalizar, pero si también nos enseñaban que a veces las empresas mantienen esa postura de ser reacios al cambio.

Existen los estudios, existen las técnicas para evaluar desempeño, no sólo en términos financieros, sino también en términos de satisfacción personal. Un funcionario que se sienta feliz que su trabajo no sólo garantiza que éste hará una buena labor, por lo que tiempos muertos, improductividad, pérdidas se verían notoriamente disminuidas, sino que también por ética.

Creo que como sociedad nunca llegaremos al punto en que cada persona que trabaje lo hará en lo que estudió o en lo que le gusta, pero si creo que no es imposible proponerse como meta a nivel de gerencia, que sus trabajadores se sientan cómodos en lo que hacen y en su entorno laboral.

Algunos podrían pensar que tratar a una persona como un recurso, de la misma forma en que se manejan y nombran otros recursos dentro de la empresa como el dinero, máquinas, etc. Podría ser malo, de no respetar la condición de persona de un trabajador, pero técnicamente hablando, el término "capital humano" existe y se usa mucho en la actualidad, y es porque precisamente los trabajadores son un recurso productivo dentro de las organizaciones, pero la diferencia está en el enfoque, en cómo debe ser manejado, es decir, de una forma completa e integral, donde su trabajo no se mide sólo con lo que produce para la empresa, sino también en lo que su trabajo significa para él.