domingo, 12 de agosto de 2007

Grandes forestales,¿Un daño necesario?

Chile es un país cuya economía se centra principalmente en la explotación de sus recursos naturales. El personal que presta servicios a las grandes empresas nacionales cae en el doble estándar de enfrentarse, cuando tienen, a su propia conciencia ambiental y a rendir y producir lo máximo dentro de la empresa.
Mi proyecto de tesis se desarrolla dentro de una empresa forestal y debo reconocer que también caigo en ese doble estándar. Es cierto que las empresas, en este caso, forestales, son una de las principales causantes de contaminación, ya que el daño al ambiente abarca desde el desgaste de suelos, botar desperdicios a ríos y lagos y el arrojo de sustancias tóxicas al aire, y es probablemente la poca preocupación que hubo al inicio de actividades de estas grandes empresas, el que ahora se esté hablando de grandes daños. Sin embargo, sin el ánimo de filosofar ni nada, es cierto también que las personas abusamos cuando vemos que tenemos recursos "aparentemente" en exceso, ya que tenemos la buena fortuna, al menos en la ciudad que habito, de tener agua de una llave sin preocuparnos que mañana podría faltar. La abundancia de bosques al sur del país, provocó que grupos de personas y de familias comenzaran a cortar y procesar árboles, sin políticas ambientales adecuadas.
Hoy en día existen varias agrupaciones ecologistas que tratan de "frenar" las operaciones de muchas empresas, ya que creen en un estilo de vida 100% natural, pero ¿sería posible? Más que mal, cuando un grupo ecologista protesta en medio del mar frente a una torre de petróleo, ellos tuvieron que cargar con combustible una embarcación para poder llegar a ella, o en ámbito local, los cartones en que se escriben demandas a forestales o papeleras, salieron de esas mismas empresas.
El ritmo que llevamos en el mundo actual hace imposible que optemos por una vida así; es demasiado simple, pero a la vez muy difícil, nos quejamos que el aire está sucio, pero igual prendemos chimeneas y muchas veces con sustancias plásticas, decimos que no queremos que corten más árboles, pero igual seguimos botando miles de papeles a la basura, o incluso, no queremos vertederos cerca de nuestras casas, pero no somos capaces de clasificar y reciclar la basura.

Lo que puedo decir a favor de las grandes empresas forestales es que, a pesar que se seguirá haciendo daño ambiental, planifican y dictan políticas ambientales con las cuales el daño se minimiza, porque es imposible dejar de lado los procesos productivos en pro del ambiente, pero sí se puede invertir para hacer el menor daño posible.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Las forestales se han encargado de limpiar su imagen a la perfección, manejando a placer todos sus contactos políticos, comprando conciencias y amenazando con que si desaparecen, dejarán una estela de desempleo y pobreza. Si bien tratan de manejar una política ambiental frente a la opinión pública, basta que ésta le dé la espalda para que las viejsa costumbres reaparezcan.