domingo, 2 de diciembre de 2007

Información e Inteligencia, ¿de la mano?

Un día escuché que le preguntaban a un niño qué quería ser cuando grande, y éste respondió que quería ser periodista. Y le preguntaron nuevamente qué debía hacer una persona para ser buen periodista, y éste respondió: “decir siempre la verdad”.
Escuché esto hace unos años atrás, en un programa de concurso de niños y se me grabó este pequeño diálogo. Lo recuerdo en especial ahora, cuando se ven en varios programas de farándula o en los diarios noticias que después se desmienten. Pero en realidad, me hace pensar en algo más profundo y no tan superficial como el mundo farandulero chilensis, sino en el poder del manejo de la información.
Para mí, información son datos procesados que se entregan en forma clara y ordenada, pues muy bien sé yo señores que un número en particular, por sí mismo, no significa nada si no está dentro de un contexto.
Si hay algo que está en boca de muchos durante estos últimos años es lo que se llama las Tecnologías de la Información, que no es más que el uso de ciertos dispositivos “electrónicos” para este flujo de datos procesados entre emisor y receptor.
La Tecnología de la Información, en lo personal, es algo en que he trabajado mucho durante bastante tiempo, pues mi proyecto en sí no es más que un sistema de información, un tema en un campo de aplicación concreto, pero un sistema de información en sí, y también mi “pituto”, que en un principio, yo pensaba que no sería más que la recepción de información mediante correos electrónicos y a la vez, emitir la misma, del mismo modo.
Por esto último, especialmente, es que la palabra información la he estado escuchando infinitas veces, y principalmente, el manejo de ésta. Sin embargo, reconozco también, que de tanto escuchar la famosa palabrita, que muchas veces he pensado en dejar atrás este trabajito pues a mí, dentro de esta “empresa” en la que estoy, no me corresponde manejar información, sino actuar como un ente que recibe información, de una parte u otra, y comunicar, pero ocasionalmente las tareas administrativas, que a mí me gustan, pero que a la vez conllevan una mayor responsabilidad, que honestamente, no me gusta asumir.
A veces pienso en el infinito poder que tiene la palabrita información y como ésta es manejada, pues yo misma, perfectamente podría cerrar el canal de información que represento o simplemente cambiarla, ya que no tengo ojos encima observando mi trabajo. Ahora, el efecto que eso causaría no lo sé. Modestamente, me considero una persona lo suficientemente moral como para no hacerlo, pero está la posibilidad, como también la tienen muchos más, especialmente aquellos profesionales de la información, de dejar de informar.
Debo reconocer que no nutro lo suficiente mi cabeza leyendo, pues en estos momentos principalmente no estoy con los ánimos para ello. Sí tengo la intención, no así la voluntad, pero esto no significa que una no sea todo el tiempo una fuente de recepción, pues la información no viene sólo como datos procesados, a lo que yo llamo números, pero para otros, datos procesados pueden ser un gesto, una actitud, una conversación, jugar, o lo más común en nuestros días, estar frente a un pc conectado a Internet.
A partir de esto, y por otra parte, me viene otra pregunta a la mente. Cómo decimos o decidimos que una persona es inteligente o no? Muchas veces he oído también que no necesariamente se cataloga a una persona como inteligente a aquella que se saca buenas notas, pero esta persona, por qué se saca esas notas?, puede copiar, como muchas veces ocurre, pero en el fondo está haciendo un adecuado uso de la información que se le exige que maneje. De qué forma?, estudiando como buen niño, haciendo torpedos o confiando en que su compañero tendrá las respuestas correctas, pero llevando esa información de una forma u otra a un pedazo de papel, para que el profesor después evalúe.
De este pequeño texto, quiero resaltar los siguientes términos: datos, información, inteligencia y verdad, y cómo nosotros, como personas que somos, manejamos, manipulamos y usamos estos términos, éstos conceptos en la vida diaria.
Muchas veces me he sentido bastante torpe y en especial, sin nada que aportar. Precisamente, por eso, me alejo de todo programa o procesador de texto que pueda sacar de mí una obra maestra. Cómo otras veces me siento una mujer muy inteligente y capaz de muchas cosas, pero vuelvo a lo mismo, el manejo de la información, estudiar no es más que impregnarse de datos procesados por otras personas que lo publicaron mediante libros u otros medios, y nosotros asumimos que son verdad. Algunas “verdades” se aceptan con mayor fuerza que otra, pues se afirman mediante pruebas empíricas o prácticas. Pensamos que mientras más conocimientos, mientras más información tengamos en nuestras cabezas, somos más inteligentes.
Por otro lado, alguien podría decir que no necesariamente es así, pues existieron, existen y existirán verdaderos genios durante nuestra humilde historia como hombres pensantes. En especial aquellos que son inventores, como Graham Bell que inventó el teléfono, o los genios que inventaron los medios de transporte que usamos ahora, en fin.
Escuché por ahí que la persona más inteligente que existió en el mundo fue don Alberto, el de la ecuación de la teoría de la relatividad, y no he escuchado de algún invento suyo, pues no tengo certeza que la bomba atómica haya salido de su mente, sino más bien la teoría que la hace funcionar. Pero en realidad, lo que quiero decir, es que una vez escuché también que los inventos en sí, no existen, lo que existen son los descubrimientos, pues las cosas, las teorías, existen desde siempre, lo que se llama inventos, no es más que una modificación que se hace a algo que ya existe, porque es cierto que antes no se veían celulares ni computadores, pero acaso estas maquinitas lo que hacen no es más que reunir ciertos elementos físicos que hacen posible el traslado de ondas a través de un ambiente, ya sea un cable o el mismo aire, a eso, yo lo denominaría descubrimiento, como también un simple y lindo auto, que no es más que el producto de una ecuación de Física I.
Pero aún así, no puedo aclarar mi duda y decir cuando una persona es inteligente, porque podría alguien decir que en realidad, la inteligencia es la forma en como se usa la información, pero ya la palabra forma, manera o modo, etc. hace que esto sea un término subjetivo. En sí misma, la forma, el modo o la manera de hacer algo, es subjetivo. Yendo a la práctica, en mi proyecto, por ejemplo, este sistema se puede hacer de varias formas que cumplen el objetivo, pero que son distintos; tal vez sirve aquel sistema que es más eficiente, pero un sistema siempre puede mejorarse (la mejora continua es otro término de uso popular). Y aún así, si mi proyecto se puede mejorar una vez que lo entregue, me define como una persona menos capaz?
Tal vez convertirse en una CPU de cierta capacidad con un porcentaje por sobre el 70% de uso (en otras palabras, tener la mente con mucha información), se podría considerar como inteligente. Insisto, no se aclara mi duda, no lo sé, y honestamente, no pretendo saberlo, a veces la inteligencia va muy de la mano con la soberbia, y ahí caímos en otro aspecto de la inteligencia, que es la inteligencia emocional, donde sí se podría decir que soy algo retardada, no por ser soberbia, sino por otros puntos.
Tal vez la inteligencia existe, y sólo eso, existe, nada más. Si va asociada con la información, no lo sé, pero espero no poder saturarme con este término, pues de alguna manera, por los medios, y por la esencia misma de la información, que es entregar verdad, lo que es real, muchas veces, no se cumple.

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